miércoles, 9 de diciembre de 2009

Una afortunada (?) coincidencia...


Viernes 3 AM.
No se trata de un guiño a Serú Girán... era posta.
El jueves había llegado de mi trabajo tipo 7, 7.30 de la tarde y como todos los jueves desde que tomé conciencia que NO LLEGO, después del café y la protesta seguida de resignación, me puse.
Los jueves quedaron como 'día de tesis'. JUSTO EL JUEVES!
Conocido como el día pirata por excelencia por algunos, y el preludio del fin de semana para todos, justo para mí era el único día que sí o sí podía volver a casa temprano y dedicarle unas cuantas horas de corrido a este tema.

En fin, ése jueves me había pasado de largo totalmente. Una vez que el entusiasmo me acompañaba, no era para desperdiciarlo.
Pero estaba cansada. Muy.
En la agencia estaba trabajando con el lanzamiento de un nuevo auto de Honda que me tenía de los pelos... Todo lo que toca la publicidad se convierte en caos. Definitivamente. Y esto no era la excepción.
Había estado lidiando con las redes sociales de la marca: facebook, flickr, myspace, twitter y youtube, con marchas, contramarchas y cambios de último momento. Y presión, mucha presión. (Todo el que haya trabajado en publicidad entenderá lo que es regirse por la máxima "LO QUIERO PARA AYER")
En fin, por poco no soñaba con el maldito auto. Digamos que ya no lo quería ni ver.

Pero esa tarde, ésa misma tarde había estado atada al perfil de Facebook, esperando que me aparezca (mágicamente) un aviso que habíamos publicado, porque el cliente me pedía una captura de pantalla (¿Como prueba de que no lo estábamos estafando y me había ido de shopping con sus dólares?? Es probable...) del banner.
Pero en fin, también conocerán la segunda máxima publicitaria que reza "el cliente siempre tiene la razón". Y si. Había que darle el gusto.
Entonces mi misión del día había sido intentar capturar (sin éxito, por supuesto) el aviso de Honda City, motivo por el cual empecé a detestar el tema de la publicidad segmentada...
Según este precepto, se supone que facebook te muestra solamente los avisos que van con tu tárget.
Entonces facebook cree que debo adelgazar 10 kilos en una semana (y sin esfuerzo!)... o tener un hijo..porque esa tarde, entre tantos objetos inútiles me ofrecían un libro de tips para madres primerizas.....

...pero nada de autos.


Eran las 3 AM del viernes, y yo seguía frente a mi notebook, ya entrando en el punto flan. Con los ojos semicerrados del sueño y la visión (o lo que queda de ella) arruinada. De la espalda, mejor ni hablar.
Estaba navegando a través de rincones insólitos, en busca de un P*to texto de Mc Luhan que no encontraba. Es decir, lo tenía, sí. Lo que no tenía era ni la menor idea de dónde había salido para citarlo.

De repente fui a dar con el bendito texto.
Y entonces pasó lo imposible: el aviso apareció frente a mis ojos.

No se si se trataba de un chiste, una alucinación o simplemente un guiño del destino que se me hacía el amigo esa noche.
Pero no lo podía creer.
En ese momento no pude más que reirme y decirme (por enésima vez), que éstas cosas me pasan sólo a mi.



(para que veas que no era joda)

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Marketing Viral...propiamente dicho.

El fin de semana le metí un virus a mi novio programador.
No fue a propósito, claro está, pero puede acusarme tranquilamente de descuido, ineptitud, cuelgue...y eso no se si es intencional, pero desgraciadamente, se lleva con uno.

Estaba en su casa el sábado. Llovía. Era una tarde más que apta para inspirarse. Él estaba con sus cosas, así que, sin posibles intentos de interrupción por cachondeo, me dije "hoy no tengo excusas".

- ¿Me prestás tu Pc?
- Sí, claro.

Inserté mi pendrive con la carpeta que se llama "T" -de tesis, of course-, el mismo que va de mi casa al laburo, del laburo a mi casa, de mi casa a cualquier computadora de la que necesite extraer algún dato.

Unos días atrás, en la compu del laburo me había empezado a aparecer una página japonesa, o china (o taiwanesa, no sé, lo único que puedo decir es que estaba llena de caracteres orientales), que se abría en cualquier momento. Estaba trabajando con excel, word o photoshop y OHPORDIOS, aparecía el maldito chino que me paralizaba todo.

Cuando le comenté esta serie de encuentros no deseados con la cultura oriental a mi novio, que trabaja en sistemas, me dijo: UH, ESO ES UN SPYWARE. LO QUE HACE ES OCULTAR LOS ARCHIVOS Y CREAR OTROS GEMELOS EN FORMATO .EXE. SI ABRIS ESOS ARCHIVOS, SE INFECTA LA MAQUINA.

Ok, mis conocimientos informáticos son medio básicos pero si me guío por la última parte, sobre todo, la página japonesa no era un índice de normalidad.
Genial... porque entonces había viruseado no sólo la compu del laburo sino también mi notebook, la Pc de casa y unos cuantos dispositivos externos. Estaba francamente al horno.

Esa tarde trabajé y trabajé. . Vi crecer el número de páginas de mi tesis como nunca. Hasta ese momento, no había conseguido avanzar más de tres en una misma tarde.

Mi novio, mientras, durmió como un angelito durante dos o tres horas. Envidiaba su siesta, debo confesar.

Cuando se despertó yo giré en la silla hacia él. Me sonrió.
Pero su sonrisa se desdibujó abruptamente... en el mismo instante que vio aparecer, sobre mi hombro, el virus japonés.

La cara que me puso cuando se percató del hecho era digna de un thriller. Creo que hubiera sido mejor decirle que lo engañé con otro hombre. Incluso con dos.
Se agarró la cabeza y empezó a decir "no, no, no, noooo...", mientras un frío fulminante me recorría la espalda. Empecé a resucitar en mi interior algo muy feo que sentía cuando me retaban (con razón) cuando era chica: debilidad, desprotegimiento, culpa. Y la frustración de no tener UN solo argumento que esgrimir al respecto.

- Decime que no pusiste el pendrive....
- ......si, lo puse.
- NO NO NO NO.... Tengo el laburo de toda mi vida adentro de esa máquina!!!!!!!!
- Pero.....¿No tenías antivirus? En mi compu me avisa cuando....
- Noo, no tengo antivirus!!!
- Y ¿Por qué no..?
-Porque YO SOY EL ANTIVIRUSS!!!

Claramente estaba fuera de sí.
Resultado de una noche de lluvia que bien se prestaba para delivery de sushi y un blanco bien helado: Él, tratando de salvar su computadora de los hackers orientales hasta las 3, 4 de la mañana. Yo, desmayada en su cama, mezcla de cansancio y preocupación por un hecho del que me sentía totalmente culpable...soñando con virus enormes que me atacaban.

Cuando terminó, vi con un ojo que apagaba todo y se metía en la cama de espaldas a mí. Y me sentí todavía un poco peor.

Entre sueños escuchaba una voz que me decía..."tanto indagar en las maravillas que se gestan en nombre del marketing viral... te pescaste un virus! ZONZA."

Al día siguiente, con los ánimos un poco más calmados, mi amor programador me enseñó las maravillas de dropbox: una "caja" virtual donde podés tirar todos tus archivos para tenerlos disponibles "en la nube" y modificarlos desde cualquier computadora....Algo parecido a la salvación para poder prescindir de mi pendrive infectado.

Aunque con semejante descripción no pude evitar la sucesión de imágenes mentales absurdas... nubes, cajas virtuales... creo que para lograr el equilibrio, más que terapia de pareja voy a tener que hacer un curso de lenguaje de programación.

En fin, omití contar que después de esa noche, tiré el pendrive por la ventana de la bronca.
Pero todos mis archivos ahora estaban "en la nube", gracias a mi novio que se encargó de mudarlos, uno por uno.

Cuando volví a casa me senté frente a la compu y busqué la carpeta para seguir. Y noté que él se había tomado la atribución de cambiarle el nombre. Ya no se llamaba "T"...
Ahora se llamaba "SOFIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA".